Y se sintió, tirada al suelo, como un cuerpo en desuso, un maniquí viejo y empolvado. Quizás ya todo había perdido el sentido, quizás ya ese cuerpo no le pertenecía a nadie, pues nadie quería tomarlo más ya era feo y gastado.
Así, de pronto, una sensación de asco, de querer vomitar las entrañas y quedar seca... El cuerpo al que siempre fue dependiente su alma, paso a ser un indeseado objeto arrumbado junto a los demás en el suelo.
Arrumbada ya su alma junto a los recuerdos, el cuerpo se hizo polvo y como polvo se voló un día, dejando así la historia de aquella olvidada en lo viejo, tirada en un rincón, olvidada por todos, incluso por ella.
7 comentarios:
Uf... ¿eso es tuyo? Si es así, ke bonito escribes!. En todo caso, es muy triste el texto, me recuerda ciertas cosas, ciertas situaciones, en fin, saludos.
órale,.
Yo no podría escribir de esa manera…
Los vídeos de la red me tragaron el cerebro y lo voltearon de adentro hacia afuera.
Saludos…
órale,.
Yo no podría escribir de esa manera…
Los vídeos de la red me tragaron el cerebro y lo voltearon de adentro hacia afuera.
Saludos…
cuanto sentimiento, me gustó mucho, siempre que paso por aca cargo en mi bolsa alguna reflexión profunda...
Realmente el cuerpo a veces parece un trasto viejo con la que el alma tiene que cargar, aunque reniego de esa visión... hay que aceptarlo y pulirlo, sin obsesiones, ya que es nuestro ataud, nuestra vida y muerte.
Ese gris en tus letras, ai, este invierno. Ha de matarnos a todos.
Es muy bonito que me vengas a visitar, de verdad.
Un abrazo grande :)
veo muchas veces tu imagen, y siento, como si alguna melodía infinitamente se deshaciwese, y la esperanza se derramara.
no sé. eso de sentir, eso mismo.
un saludo :)
no hay alma sin cuerpo, eso sí
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